Vanessa Huguenin, funcionaria de la oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, señala que 13,5 millones de personas están en riesgo de morir de hambre en Yemen, al citar un informe de Clasificación Integrada de Fase de Seguridad Alimentaria (IPC).
Yemen sigue siendo escenario de la peor crisis humanitaria del mundo con más de 24 millones de personas con necesidad de asistencia y protección humanitaria, y más de 13 millones en peligro de morir de hambre, lo que representa el 80% de su población, dijo este lunes Vanessa Huguenin, funcionaria de información pública de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
En entrevista con la Agencia Anadolu, la funcionaria citó el reciente informe de Clasificación Integrada de Fase de Seguridad Alimentaria (IPC) que muestra que 16.500 personas viven en condiciones de hambruna, una cifra que se espera casi se triplique para junio de 2021.
“En total, 13.5 millones de personas en Yemen corren actualmente el riesgo de morir de hambre o luchan por obtener suficiente comida para alimentar a sus familias en medio del conflicto en curso”, dijo Huguenin, al citar el informe realizada por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El reporte señala que, para junio de 2021, este número podría aumentar en 3 millones, lo que significaría que más de la mitad del país podría vivir con hambre aguda.
“Prevenir la hambruna es la máxima prioridad en este momento. Todos deben hacer todo lo posible para evitar que la hambruna tome el control”, aseguró Huguenin.
“Nosotros ya sabemos cómo detener la hambruna en Yemen porque lo hicimos hace dos años cuando el mundo decidió ayudar”.
Dijo que eso ayudó a salvar millones de vidas, incluidas decenas de miles de niños con desnutrición severa.
“La COVID-19 es una carga adicional para el frágil sistema de salud, en el que solo el 50% de las instalaciones son funcionales”, señaló Huguenin.
“Esto ha desalentado la búsqueda de tratamiento de la población para otras enfermedades y afecciones mortales”, agregó.
La oficina humanitaria dice que, en última instancia, resolver la crisis en Yemen requerirá una solución política.
“También requerirá un apoyo fiable para la maltrecha economía de Yemen. Mientras tanto, millones de personas necesitan asistencia humanitaria para sobrevivir”, subrayó la funcionaria.
Citó además las palabras del secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, Mark Lowcock, de su informe ante el Consejo de Seguridad en Nueva York el 11 de noviembre.
“Un alto al fuego a nivel nacional, como hemos defendido durante mucho tiempo, contribuiría en gran medida a proteger a los civiles”, dijo Lowcock.
“También ayudaría a detener el avance hacia la hambruna, ya que los datos confirman que la peor hambruna está en las zonas afectadas por el conflicto”.
Un día antes, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció que dos tercios de los yemeníes carecen de agua potable y servicios sanitarios.
“Dos de cada tres yemeníes carecen de agua potable y de servicios básicos de salud”, señaló el Comité en su cuenta de Twitter.
Enfatizó que se ha vuelto más importante que nunca garantizar que los yemeníes tengan acceso a agua potable debido a que el peligro de COVID-19 continúa.
Los yemeníes tienen dificultades para acceder al agua potable debido a que las redes de alcantarillado y agua potable se han visto gravemente dañadas por el conflicto en curso en el país.
Yemen ha sido escenario de violencia y caos desde 2014, cuando los rebeldes hutíes respaldados por Irán invadieron gran parte del país, incluida la capital, Saná.
La capital temporal, Adén, luego fue capturada por el separatista Consejo de Transición del Sur, respaldado por Emiratos Árabes Unidos.
Una coalición liderada por Arabia Saudita reunida en 2015 con el objetivo de reinstaurar al Gobierno yemení ha empeorado la situación.
Según OCHA, el conflicto en Yemen ha cobrado hasta el momento la vida de 233.000 personas.
Agencia Anadolu